Las oficinas de las delegaciones de la Subsecretaría de Defensa al Consumidor y Usuario y del Ente Regulador de Obras y Servicios Públicos de Palo Santo, se vieron desbordadas varias veces este martes por vecinos que acudían a plantear sus quejas por los valores del servicio de energía eléctrica, tras lo aumentos establecidos en las últimas semanas.
Caras largas, ceños fruncidos, ademanes de todo tipo y la exhibición de la factura eran muestras del impacto de los nuevos valores de la prestación que, de acuerdo con autoridades de Refsa, sufrieron una escalada cercana al 250%.
Los empleados se limitaron a atender cada requerimiento, tratando de capear los ánimos, poniéndole algo de humor sereno y pasividad a la gente que no paraba de hacer comparaciones, exponiendo, en muchísimos casos, la imposibilidad de hacer frente a los actuales valores.
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